Literatura grecolatina



Literatura grecolatina 

Cuando empleamos el término grecolatino, y lo aplicamos a la literatura, estamos haciendo referencia a la producción literaria llevada a cabo durante la Antigua Grecia, en cualquiera de sus ciudades y etapas, y durante la Antigua Roma, ya sea durante la República o en el período imperial.
Fueron los griegos quienes elaboraron toda una serie de cánones artísticos y filosóficos que fueron luego en gran parte imitados por los romanos, y gracias al éxito político y militar de éstos, y a su enorme expansión tanto temporal como territorial, todas estas ideas culturales, artísticas y literarias quedaron grabadas en la memoria colectiva del occidente cristiano. Si la literatura europea y occidental tiene un origen, este hay que buscarlo, pues, en la literatura griega o grecolatina, ya que los romanos, si bien imitaron el exquisito arte de los griegos, también hicieron importantes aportes.

Cronológicamente hablando, la literatura grecolatina empieza con Homero y sus dos obras capitales: la “Ilíada” y la “Odisea”. Ambas giran en torno a la Guerra de Troya; la primera narrando los sucesos de varios días en plena guerra, la segunda relatando el aventurado regreso de Odiseo, uno de los héroes de la guerra, su isla, Ítaca
El otro gran autor de la época arcaica griega fue Hesíodo. Menos conocido y citado que Homero, escribió sin embargo algunas obras de un valor similar a las de éste. “Los trabajos y los días”, particularmente, narra las costumbres y la vida cotidiana de la época.
En la transición entre la época arcaica y la clásica viven los griegos el esplendor de la poesía, como Safo, Alceo, Anacreonte, Píndaro, Simónides y otros geniales poetas y poetisas. Luego, durante el clasicismo y en Atenas con mayor intensidad, se desarrollaron los dos grandes géneros que iban a marcar desde entonces la literatura occidental: la tragedia y la comedia.
Esquilo, Sófocles y Eurípides son los tres grandes maestros de la tragedia. Aristófanes, por su parte, no encontró rival como comediante.
El ensayo, en especial el historiográfico aunque también el relacionado con las ciencias naturales, así como -por supuesto- la filosofía, encontraron en Heródoto, Tucícides, Platón y Aristóteles sus grandes campeones,.
En Roma la literatura tardó bastante tiempo en alcanzar cotas semejantes, pero en el siglo I a. C., en plena crisis de la República, se reunieron autores de la talla de Virgilio, Ovidio y Horacio, a los que se unen Plauto, Marcial, Juvenal y, más adelante, Plinio, Suetonio y tantos otros. Los géneros siguen siendo los mismos pero los romanos los perfeccionan y los desarrollan. También inventan algunos, como la sátira, de la que Marcial fue el primer gran referente.







Literatura clásica griega

Es la literatura de los pueblos de habla griega que arranca de forma escrita la época de Homero. Se pueden dividir en base la época o al género. La división de las épocas es la siguiente: periodo primitivo, periodo ático y periodo helenístico. Posteriormente los romanos conquistarían Grecia y sería influenciado por su literatura. A este periodo se le conoce como periodo Grecorromano. Por su género, la literatura griega se divide en género épico, lírico, dramático y didáctico.
La barca de Caronte, Sueño, Noche y Morfeo por Lucia Giordano
Dentro del periodo primitivo, la mayoría de los textos fueron escritos en verso. Los habitantes de Grecia poseyeron una literatura oral compuesta por canciones que hablaban de las guerras, cosechas y los ritos funerarios, de estos discursos surge el género épico donde el autor presenta hechos legendarios, con elementos imaginarios. El más conocido exponente de este género es Homero, autor de la Iliada y la Odisea.
Júpiter y Tetis por Jean Auguste Dominique Ingres

En el género lírico, el dístico elegíaco (estrofa de dos versos, un hexámetro y un pentámetro) se popularizó en toda Gracia durante el siglo VII a.C. En este género los autores expresan sus sentimientos y emociones. Los más representativos son Arquíloco, Alceo, Safo, Anacreonte, Simónides, Píndaro y Teócrito (este autor pertenece al periodo Helenísitco, 323 a.C.- 146 a.C.).

Safo de Lesbos

El periodo ático, que se desarrolla en los siglos VI al IV, se caracteriza por el desarrollo del género dramático. El género de tragedia fue creado por el poeta ateniense Esquilo y su obra más representativa Prometeo encadenado. También uno de los grandes trágicos griegos fue Sófocles, autor de Edipo rey. Eurípides, contemporáneo de Sófocles, fue el tercer gran autor de teatro. Otro género que se presenta en este periodo es la comedia. Uno de los más grandes poetas cómicos fue Aristófanes.
Edipo rey de Sófocles
En este tiempo también surgen los primeros historiadores griegos, entre ellos Heródoto y Jenofonte. Dentro del género didáctico, la oratoria alcanza su máxima expresión a través de uno de los oradores más representativos, Demóstenes. Los principales escritores del periodo ático fueron Platón y Aristóteles. También encontramos al poeta Hesíodo, aunque este pertenece al periodo primitivo, se puede incluir en el género didáctico gracias a su obra Teogonía donde narra el nacimiento del orden a partir del caos y de los dioses.
La Anábasis de Jenofonte

Según los eruditos modernos, el prototipo de la novela se desarrolló probablemente en Grecia antes del siglo II d.C. Se conservan algunas novelas griegas completas, entre ellas Dafnis y Cloe, del autor Longo, quién pertenece al periodo Grecorromano.


La literatura griega tuvo y tiene una influencia importante sobre la creación literaria en occidente. Ésta nos permite entender mucho mejor los tiempos antiguos.  A continuación encontrarán las biografías de los grandes escritores mencionados anteriormente y algunas de sus obras.

Homero

Homero
Homero
(s.VIII a.C.) Poeta griego. En palabras de Hegel, Homero es «el elemento en el que el mundo griego vive como el hombre vive en el aire». Admirado, imitado y citado por todos los poetas, filósofos y artistas griegos que le siguieron, es el poeta por antonomasia de la literatura clásica, a pesar de lo cual la biografía de Homero aparece rodeada del más profundo misterio, hasta el punto de que su propia existencia histórica ha sido puesta en tela de juicio.

Arquíloco, poeta lirico griego


Nació en Paros en aproximadamente en el año 712 a.C. Fue hijo de un noble y una esclava, por lo tanto en la sociedad era considerado un bastardo. No tenía mucho dinero, entonces obtuvo un trabajo como soldado mercenario, para intentar ganarse la vida. Fue rechazado por la mujer a la que amaba, Neobule, quien su padre Licambe, le había prometido en matrimonio. Contra ellos escribió muchos de sus famosos Yambos, poesía de modo injuriosas que quedaron conocidas por su violencia.
Aquí un fragmento de su obra:
A Licambes
“Una sola cosa sé, pero es la más importante de todas:
responder con terrible venganza al que me maltrata.” Arquíloco de Paros
 Se dice que a causa de estos yambos, Licambe y su hija se suicidaron.

Un día en cuando luchaba contra una tribu tracia, huyo durante el combate. Abandonando su escudo, por honor este no debía perderse. Tiempo después confeso en uno de los fragmentos de las Elegías esta “poco gloriosa aventura”. 
Otro fragmento:
“Del escudo que junto al zarzal abandoné no queriendo
-arma intachable-, jactase alguno de los Sayos.
Mas hui yo mismo el fin de la muerte. Aquel escudo, en
se vaya; otro no peor he de ganar de nuevo.”Arquíloco de Paros

Pero él no era cobarde pues tiempo después murió combatiendo por su patria luchando contra los habitantes de Naxos, no como mercenario sino como patriota.  Murió en el año 644 a.C. Más tarde, los parios levantaron un monumento en su honor y le tributaron culto como a un héroe protector de la isla.

De su obra sòlo se conservan unos cuantos fragmentos. Su poesía se destaca por el uso del metro yámbico para temas satíricos.
Es considerado por los antiguos, al lado de Homero, como fundador de la poesía griega. Mientras que Homero presenta un modelo de la poesía  objetiva e impersonal, Arquíloco se destaca por la poesía subjetiva, en la que habla en primera persona y se toma a sí mismo como principal objetivo de su canto.
“En la lanza, tengo el pan amasado; en la lanza, el ismárico
vino; en la lanza apuntalado, bebo.”Arquíloco de Paros


Aquí podemos ver como describe su realidad como soldado mercenario y como vivía a través de este trabajo.
En el siguiente link se pueden leer algunos de los fragmentos de Arquíloco:

Alceo.

Alceo se nos aparece como orgulloso de su padre (de quien no conocemos el nombre) y de su clan. Entre sus hermanos mayores se cuenta Antiménidas, que luchó con los babilonios y con los lidios, en el segundo caso fallando en su intento de derrocar a Pítaco. Conocemos los nombres de sus amigos (algunos, bellos efebos) y de sus enemigos, así como su relación con Safo. Y todo ello, gracias a los fragmentos conservados de sus obras.

Intervino en la lucha contra los atenienses en Sigeo, en la Tróade (en algún momento entre el 607 y el 603 aC), e igual que hiciera el famoso y polémico Arquíloco, perdió el escudo pero salvó la vida (es decir, huyó).
Siendo su familia aliada de Pítaco, hubo una conjuración contra Mírsilo. Pero Pítaco le reveló el plan al tirano, por lo que Alceo hubo de refugiarse en Pirra (templo común a todos los lesbios), viviendo de forma rústica y añorando la vida política de Mitilene. Entre los fragmentos que atacan la instauración de un tirano, a veces es complicado saber si se refieren a Mírsilo o a Pítaco. Éste sucederá al primero tras su violenta muerte, en torno al 590 aC, y Alceo sufre su segundo destierro. Él y sus aliados pasarán a Sardes, donde ni el apoyo de los lidios les granjeará la victoria.
 Sus poemas maldecirán e insultarán al tirano, animarán a sus amigos o les exhortarán a la lucha, o simplemente solicitarán el fin de la lucha u olvidarán en el banquete la dureza de la vida. Atado a las viejas costumbres y a los valores heroicos, no pudo ver a un hombre del pueblo convirtiéndose en un reformador, desde el puesto que, tal vez, soñó con ocupar él mismo: habla de la ciudad, del pueblo, de la reconciliación; pero con el desengaño respecto a los valores nobles y aristocráticos, y el dolor por un pasado irrecuperable.
Alceo llegará a ser admirado e imitado por Horacio por lo directo y expresivo de su descripción del mundo humano: pasión, añoranza, muerte, tristeza... Es un luchador que se jacta de sus enemigos muertos, pero también un cantor del simposio y del eros. Ampliamente influido por Homero, tomó varios temas heroicos; todavía más fuertes son los influjos hesiódicos, aunque construye todo de forma más directa y expresiva. También toma elementos de Arquíloco: el cumplimiento de la voluntad de Zeus y la necesaria resignación, la nave alegórica del estado, el tema del perjurio y el abandono del escudo, las injurias al enemigo,... Tal vez la advertencia contra el tirano provenga de la de Estesícoro.
Es el inventor de la composición lírica 'a saltos', con himnos regulares y equilibradamente compuestos, y poemas personales violentos y caóticos. Algunas de sus obras se refieren seguramente a encargos de santuarios (Apolo, Eros, Atenea Itonia,...). El poeta se encuentra ya en el camino que convierte el himno en un pretexto para tocar temas propios; el mito, además, desempeña un papel ejemplarizante en poemas personales o en afirmaciones generales. Con temas tradicionales y experiencias de su vida, ha creado una poesía nueva, de frescura y vigor raras veces alcanzados.
Salvo los más estrictamente hímnicos o gnómicos (máximas explicitadas con el mito), es difícil clasificar su obra, al mezclarse himnos religiosos y temas míticos con los simposíacos, políticos, o eróticos, unidos con el tema de la lucha o con viejos recuerdos.
La Antigüedad conocía diez libros de Alceo; el primero de ellos de himnos. Del resto de la edición, nada sabemos, salvo que fue obra de Aristarco. A continuación, algunos fragmentos que creemos dignos de ser reproducidos. El primero es una muestra (leve) de la dificultad que conlleva la lectura de los autores del período arcaico.

Safo

Safo
(Lesbos, actual Grecia, s. VII a.C.-id., s. VI a.C.) Poetisa griega. Pocos datos ciertos se tienen acerca de Safo, de quien tan sólo se conservaron 650 versos, extraídos de citas tardías y del moderno estudio de papiros. Vivió toda su vida en Lesbos, con la exepción de un corto exilio en Sicilia motivado por las luchas aristocráticas.

http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/euro/safo/safo.htm

http://instantesdeficcion.com.ar/Inmortales/Safo.htm

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Sobre el blog.

Este blog fue creado por tres alumnas de licenciatura en letras hispánicas de la Universidad de Guadalajara: Ana Aguirre, Rebeca Hernández y Alejandra Torres.

El fin principal de la página es promover y dar a conocer al lector sobre la literatura grecolatina de manera clara y atraerlo al mundo Griego y Latino.