Nació en el 384 a.C. en Peania, a las
afueras de Atenas. Su padre fue Demóstenes de Peania,
quien murió cuando él tenía siete años.Sus tutores Afobo, Demofonte y Teripides malgastaron la herencia que su padre
le había dejado.Fue enseñado por Iseo, maestro de retórica, especialista en
derecho sucesorio y cuestiones de herencia testamentaria.En su infancia asistió
al juicio de acusación contra Calistrato
de Afidnas, orador y político, cuya elocuencia despertó en él, el deseo de
dedicarse a la oratoria.Cuando alcanzó la mayoría de edad, intentó recuperar su
herencia pero sólo obtuvo una pequeña parte. Por lo que se dedicó a ganarse la
vida como logógrafo, componiendo discursos judiciales para otros.
Éste trabajo le permitió ejercitarse
en las tres importantes actividades oratorias:
1. En la narración de los hechos
2. En la argumentación, que comprendía
aspectos psicológicos y argumentos lógicos.
3. En la expresión de las ideas.
En sus primeros trabajos como orador
no tuvo éxito por sus debilidades naturales. Demóstenes tenía una voz débil y
entrecortada, una especie de tartamudez. Fue superando estos defectos por medio
de duros ejercicios: Construyó una cámara subterránea en la que practicaba la
oratoria durante meses sin salir a la calle y para obligarse a cumplir con
esto, se afeitaba la mitad de la cabeza. Para mejorar la articulación de
sonidos se introducía piedrecitas en la boca y así practicaba sus discursos.
Para fortalecer su voz pronunciaba sus discursos, frente al estruendo del mar.
Dominó un tic nerviosos del hombro a base de tener, sobre él, un machete que
podía córtale si no se contenía.
Su carrera política comenzó en 355 a.C. Su primera
intervención en la política exterior de Atenas fue en 354 a.C. con su discurso
Sobre las sinmorias, donde aborda el tema de las asociaciones de los ciudadanos
contribuyentes y propone que su número aumente de 1,200 a 2,000.
Demostenes se identificó con los postulados del grupo de los
antifilipistas. Mediante sus discursos intento poner fin a la insensibilidad y
desinteres de sus compatriotas.Al contrario de Isocrates que veía la salvación
de la patria en una monarquía unificadora de Grecia, que sería bajo el mandato de
Filipo (para poder luchar contra los persas), Demostenes se vuelve la voz de la
mayoría de los ciudadanos que soñaban con la reconstrucción de Atenas que había
sido corazón de un imperio marítimo del Egeo.
A través de los cuatro discursos Contra Filipo y tres Olintiacos,
Demostenes se propone alterar al pueblo y exhortarlo a combatir contra el
enemigo que es Filipo II de Macedonia.
Se conservan 60 de sus escritos. Pero se piensa que no todos los
escribió él. Tal vez fueron escritos por compañeros logógrafos, clientes o
estudiosos cercanos a él.
En ellos defendía la autonomía y libertad de su patria. Se podrían
dividir como a) discursos políticos y b) discursos privados.
Antes de ser capturado por las fuerzas macedónicas en 322 a.C., fuera
del templo, ingirió veneno y murió. Su sobrino Demócares de Leucane propuso al
pueblo de Atenas, (para conmemorar su firme solidaridad a la patria) que se le
erigiera una estatua de bronce y en el pedestal se grabó la siguiente
inscripción:
“Si tu fuerza, Demóstenes, a tu intención hubiera sido igual,
Nunca el Ares Macedonio a los griegos hubiera regido.”
A continuación se presenta una reseña sobre El juicio contra una prostituta de Demostenes:
Juicio
contra una prostituta
de Demóstenes
Rebeca Hernández
Fuentes
En la historia de la
humanidad siempre ha habido guerras. Estas han causado destrucción, sufrimiento
y opresión. Pero siempre han surgido personajes históricos, que buscan otra
manera de ayudar a su nación, que motivan y que luchan por la libertad de su
pueblo a través de sus ideas. Entre estos grandes hombres y mujeres se
encuentra Demóstenes, quien llegó a ser uno de los oradores y políticos más importantes de Grecia y hoy en día
reconocido en todo el mundo.
Nació en el año 384
a.C. en Peania, ciudad ubicada a las afueras de Atenas. Su padre, Demóstenes de
Peania, murió cuando él tenía siete años de edad y sus tutores malgastaron la herencia que le había dejado. Demóstenes se
convirtió en alumno de Iseo, maestro de retórica, especialista en derecho
sucesorio y cuestiones de herencia. En su adolescencia asistió al juicio de
acusación contra Calistrato de Afidnas, orador y político, y a través de
escucharlo, Demóstenes tuvo un gran interés por la oratoria. Para él esto no siempre
fue una actividad que se le facilitara. Tuvo que vencer varios obstáculos antes
de llegar a ser uno de los mas aclamados oradores. Por ejemplo, para mejorar su
articulación, se metía piedrecitas en la boca, y así practicaba sus discursos y para fortalecer su voz, pronunciaba
sus discursos, frente al estruendo del mar. De esta manera, Demóstenes mostró
un espíritu de lucha y superación.
Cuando tuvo la
mayoría de edad, enfrentó a sus tutores y los demandó pidiendo que le devolvieran
su herencia, pero sólo obtuvo una pequeña parte. Para sustentarse, trabajó como
logógrafo, escribiendo discursos judiciales para otros. En ese tiempo Filipo II de Macedonia buscaba
cualquier signo de debilidad y conflicto entre los helenos para intervenir en
Grecia. Demóstenes lo veía como el enemigo de su nación. En sus discursos
muestra la oposición que tenía al poder político del reino de Macedonia y a
través de estos exhortaba a sus compatriotas a combatir a Filipo. En el tiempo
actual se conservan sesenta de sus discursos, el traductor José Luis Navarro
Gonzales, los divide en: discursos políticos y discursos privados. (Demóstenes, 1990)
Entre la
clasificación de sus discursos políticos, destacan las cuatro Filípicas y El
Discurso sobre la corona. En los primeros cuatro discursos, Demóstenes se
propone alterar a su pueblo y exhortarlo a combatir contra del poder del “bárbaro
macedonio”. El nunca dejó de combatir a Filipo por medio de sus discursos y fue
la voz de aquellos ciudadanos que soñaban con la Atenas que había sido corazón
de un imperio marítimo del Egeo.
Se dice que el
Discursos sobre la corona es el mas brillante de Demóstenes. Gracias a sus
esfuerzos y servicios por conservar la independencia y el honor de Atenas,
Ctesifonte propuso que se le honrara, de acuerdo a la tradición, con una corona
de oro. Pero Esquines, rival de Demóstenes,
se opuso a esto y denunció a Ctesifonte por algunas irregularidades que había
en esta propuesta. En el discurso, Demóstenes defiende a Ctesifonte y menciona
que no estaba arrepentido por sus acciones pasadas ni por sus ideas políticas, destacando
su nobleza y patriotismo como hombre de estado. Finalmente Demóstenes venció a
Esquines y éste se exilió voluntariamente.
Se cree que la
categoría de los discursos privados, son el resultado de su trabajo como logógrafo.
En ella podemos encontrar un peculiar y llamativo discurso llamado Juicio contra una prostituta también
conocido como Contra Neera. Es una
historia real en la que Demóstenes fue testigo de la acusación a una mujer
prostituta y extranjera por vivir como
ciudadana en Atenas y en vida matrimonial con Estéfano. Este había tenido
conflictos con Apolodoro y su cuñado, Teomnesto, quienes hacen la denuncia y
toman la voz en el discurso. La acusación esta fundamentada en la ley que
castiga cuando un ciudadano y una extranjera viven en matrimonio. Teomnesto es
el que introduce al jurado los eventos ocurridos entre él, Apolodoro y Estéfano.
Pero esta denuncia contra Neera parece más bien una excusa para vengarse de Estéfano,
pues claramente Teomnesto se presenta al jurado como vengador:
Tanto mi cuñado y yo como mi
hermana y mi mujer hemos sido realmente maltratados por Estéfano y por su culpa
nos hemos visto en situaciones de extremo peligro, de modo que no me presento
como acusador, sino como vengador. (Demóstenes,
Juicio contra una prostituta, 2011)
Una declaración así
sería difícilmente aceptada en nuestros tiempos, como razón suficiente para llevar
acabo un juicio. Después de pronunciar los eventos ocurridos, Teomnesto cede la palabra a Apolodoro, quien desde ese
momento hasta el final, será el que presente las pruebas y testigos que sustenten
la acusación hacia Neera. A través de este juicio podemos ver reflejada la situación
de la mujer en la Grecia Antigua. Un claro ejemplo es cuando Apolodoro dice: “A las heteras las tenemos para el
placer, a las concubinas para el cuidado diario de nuestro cuerpo, a las
esposas para tener hijos legítimos y contar con una fiel guardiana en el
hogar”. Mediante estas palabras se puede percibir el
papel limitado de la mujer en esa sociedad.
El texto
es un discurso en el que los acusadores presentan todas las evidencias posibles
para que se aplique la ley. Demóstenes
aplicó la variación a la prosa en sus discursos, evitando la monotonía,
utilizando sinónimos o construcciones
sintácticas similares. También combinaba la retorica con un lenguaje simple y
natural, y la mas convincente y fundada argumentación con una persuasiva pasión.
Esto le permitió convertirse en un orador de tono más apasionado, convincente y
natural.
Sin duda
alguna las sociedades han ido cambiando, a veces para bien y a veces para mal.
A través del discurso Contra Neera, y todos los demás discursos de Demóstenes,
podemos comprender más a la antigua sociedad griega, su estructura jurídica, su
política, sus valores morales y en general en la dinámica histórica de esa nación.
Bibliografía
Demóstenes. (1990). Discursos.
Madrid: Alianza Editorial, S. A.
Demóstenes. (2011). Juicio
contra una prostituta. Errata Naturae.
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